He encontrado este retrato que tomé a Toni, un atractivo chico leather, cuando estaba haciendo un reportaje para la desaparecida revista Zero.
A Toni lo contacté en el Eagle de Barcelona, local que ya no existe, y le hice una sesión de retrato clásico en su casa.
Ya ni recordaba este retrato.
Me hace gracia hacerlo público porque su pareja me contactó hace un tiempo para contarme que Toni estaba pasándolo muy mal a nivel de salud. Una mierda.
En fin, la vida...
Aquí está esta foto que dejo a modo de abrazo para Toni y su marido.
Todo pasa y todo queda, dice eternamente el poeta y lo canta como los ángeles el trovador.
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