Para conmemorar el 10º aniversario del fallecimiento de Carlos Cano, el 23 de noviembre se publica Antología, un 2CD+2DVD con lo más emblemático de su obra imperecedera.
El 19 de diciembre del año 2000 fallecía Carlos Cano en Granada, la ciudad que lo había visto nacer en 1946. El 23 de noviembre de 2010, para conmemorar, recordar y rendir tributo al que es uno de los más grandes artistas de la música popular española, se publica Antología, un 2CD+2DVD que recorre su obra imperecedera a través de sus canciones más emblemáticas.
La grandeza de Carlos Cano no es una apreciación vana. En ella coinciden tres premios Nobel con palabras que enmarcan con justicia su obra. Mario Vargas Llosa (Premio Nobel de Literatura en 2010) ha escrito: “Gracias también, querido Carlos, por haber sabido ser popular sin ser superficial ni vulgar, por haber sido un bardo ético y civil rehuyendo la demagogia y los estereotipos y por haber llegado al corazón de los jóvenes sin la menor concesión a las modas y asumiendo el riesgo y la dificultad”. Rigoberta Menchú (Premio Nobel de la Paz en1992) dijo: “Carlos Cano es música y poesía, voz animada por la amistad y el colorido de lo cotidiano, canto de libertad y dignidad”. Y José Saramago (Premio Nobel de Literatura en 1998) afirmó: “Entre los cantores para quienes la canción es compañía del hombre, Carlos Cano es aquel que canta las historias que los propios hombres son. Por eso sus poemas están cargados de gente, por eso su música es de las voces de los cuatro caminos”.
Ser capaz de reunir, sin pretenderlo, el respeto y la admiración de estas tres personalidades significa que la obra de Carlos Cano se sitúa en el terreno de lo intemporal, de lo permanente, de lo clásico que vuela por encima de estilos y modas, de lo que ya pertenece a la cultura popular. De ahí la importancia de esta Antología, que en sus 2CD+2DVD reúne 99 canciones de Carlos Cano seleccionadas de sus discos, de sus actuaciones en televisión y de dos especiales grabados en directo. Estos CD y DVD se acompañan con un libro de 46 páginas con las letras de las canciones, material gráfico de los archivos familiares, textos conmemorativos, etc.
Antología contiene los éxitos y las canciones más emblemáticas de Carlos Cano, desde aquel primer Verde, blanca y verde de 1975, valiente reivindicación de la bandera andaluza en tiempos difíciles. El contenido de los dos CD consta de 40 canciones, títulos tan inolvidables como "María la portuguesa", "La morralla", "Habaneras de Cádiz", "La metamorfosis", "¿Qué es lo que será?", "Tango de las madres locas", "Mestizo", "Alacena de las monjas", "La murga de los currelantes", "Tatuaje", "Un vaso de té verde" o "A ver los barcos venir"... Y en 8 de las canciones canta a dúo con otras voces imprescindibles de la música popular, como Serrat, Aute, Miguel Ríos, María Dolores Pradera o Montserrat Caballé.
Junto a estos dos CD, Antología contiene dos DVD con actuaciones en TVE y directos. Entre las 26 actuaciones en televisión están las extraídas de programas como Mundo Pop (1976), 2x2 (1978), 300 millones (1982), Fin de siglo (1986), A media voz (1987) o La buena música (1988), hasta Vente al Paralelo (1993). En estas actuaciones, Carlos Cano canta temas como La murga de los currelantes, Habaneras de Cádiz, Romance a Ocaña, Habaneras de Sevilla, María la portuguesa, Las murgas de Emilio El Moro.
Pero además de estas 26 actuaciones en TVE, los DVD contienen dos conciertos especiales de Carlos Cano: El color de la vida, grabado en diciembre de 1996 con 12 canciones, y La copla. Memoria sentimental, grabado en julio de 1999 con 11 clásicos del género como Antonio Vargas Heredia, Ay pena penita pena, La bien pagá, María de la O, Ojos verdes, Tani o Te he de querer mientras viva.
Son canciones que Carlos Cano publicó en discos como A duras penas (1975), A la luz de los cantares (1977), El gallo de Morón (1981), Cuaderno de coplas (1985), A través del olvido (1986), Luna de abril (1988), El color de la vida (1996), De lo perdido y otras coplas (2000), Así cantan los niños en Cuba (2000) o el disco de dúos Que naveguen los sueños (2001). Una cuidada selección de sus más de 20 álbumes publicados, que recorren una vida marcada por el compromiso y la fidelidad a sus raíces y a su tierra.
Tras emigrar a Suiza en su juventud, Carlos Cano fundó en 1969 el Manifiesto de la Canción del Sur junto a Juan de Loxa, Enrique Moratalla y Antonio Mata. Comenzó a cantar en la universidad y su canción Verde, blanca y verde pronto se convirtió en un emblema y en el himno oficioso de Andalucía, coreado masivamente en los conciertos del artista granadino. A lo largo de su extensa trayectoria, Carlos Cano ha interpretado sus canciones; abrió puertas para la copla reivindicándola sin tapujos ni complejos y ofreciéndola a una nueva generación; se inspiró en el bolero, el tango, la rumba, la música cubana y las influencias orientales; cantó a García Lorca; se acompañó con gran orquesta bajo la dirección de Leo Brower; fue nominado a los Grammy latinos con el disco Así cantan los niños en Cuba; compuso canción, cuecas, tangos, murgas, boleros, sambas, copla, nanas….
Y creó canciones como María la portuguesa, La murga de los currelantes, Tango de las madres locas, Que desespero, Habaneras de Cádiz, Un vaso de té verde, La metamorfosis, Verde, blanca y verde, siempre marcadas por un firme compromiso personal, artístico, andalucista y social. “Cantar tiene un sentido mágico, casi de brujería, religioso, y cuando decidí dedicarme a ello puse mis cinco sentidos en expresar mi visión de la vida y del mundo”, decía Carlos Cano recordando los tiempos de 1972, cuando confirmó definitivamente su vocación musical tras un concierto organizado por la Unesco en París.
Hace diez años que Carlos Cano se fue dejándonos una obra que permanece en la música y en la cultura popular española y que ahora se recoge en esta Antología. Es su legado, la herencia que nos deja al que también definió con justicia el escritor Amin Maalouf cuando dijo: “Con esa voz que no oculta a la música, con esa música que no ahoga las palabras, una armonía sutil y potente, tan contemporánea y sin embargo intemporal”.