"Cuando empezó a gobernar la Unidad Popular yo tenía 18 años y había empezado a trabajar en el Gabinete Central de Identificación, que depende del Ministerio de Justicia, como funcionario"
"A los tres días del terrible 11 de septiembre, un bando militar dio la orden de retomar el trabajo"
"Esos días había muertos por todo Santiago, y eran llevados a la morgue, así que los funcionarios que había estaban totalmente desbordados.
Es por eso que se pidió tres voluntarios para ir a ayudar, y yo levanté la mano"
"Uno de esos días vino un compañero, Kiko, a decirme que había una persona conocida en una de las hileras de cadáveres. Era Víctor Jara.
Estaba muy pálido y amoratado, lleno de tierra.
Después supe que antes de llegar a la morgue fue botado en un camino de una población popular.
Su ropa estaba hecha jirones y tenía unas ráfagas de bala en el pecho y un gran hoyo en el lado izquierdo del cuerpo, debido a que le habían disparado por detrás y la bala al salir le quemó toda la carne.
Tenía las manos completamente hechas pedazos por el dorso, con unas heridas grandes, con la sangre seca"
"En su ficha aparecía el nombre de su esposa y su dirección. Yo me la aprendí. Y al día siguiente me levanté muy temprano, porque la casa de Víctor estaba en la otra punta de la ciudad, y después de tomar varias micros llegué a la casa de Joan"
"Nos sentamos y le anuncié que me llamaba Héctor y que era funcionario del Gabinete Central de Identificación.
Y que su marido estaba en la morgue, muerto.
Ella tuvo una reacción serena.
Me tomó las manos y lloró sobre ellas.
Al verla tan desvalida le propuse acompañarla a sacar el cuerpo de Víctor de la morgue.
Le dije que hacerlo era muy peligroso, y le describí el horror que había allí, que no iba a poder llorar, ni gritar, ni tener un gesto familiar hacia Víctor, no podían pillarnos.
Pero ella me dijo que estaba preparada"
"A los tres días del terrible 11 de septiembre, un bando militar dio la orden de retomar el trabajo"
"Esos días había muertos por todo Santiago, y eran llevados a la morgue, así que los funcionarios que había estaban totalmente desbordados.
Es por eso que se pidió tres voluntarios para ir a ayudar, y yo levanté la mano"
"Uno de esos días vino un compañero, Kiko, a decirme que había una persona conocida en una de las hileras de cadáveres. Era Víctor Jara.
Estaba muy pálido y amoratado, lleno de tierra.
Después supe que antes de llegar a la morgue fue botado en un camino de una población popular.
Su ropa estaba hecha jirones y tenía unas ráfagas de bala en el pecho y un gran hoyo en el lado izquierdo del cuerpo, debido a que le habían disparado por detrás y la bala al salir le quemó toda la carne.
Tenía las manos completamente hechas pedazos por el dorso, con unas heridas grandes, con la sangre seca"
"En su ficha aparecía el nombre de su esposa y su dirección. Yo me la aprendí. Y al día siguiente me levanté muy temprano, porque la casa de Víctor estaba en la otra punta de la ciudad, y después de tomar varias micros llegué a la casa de Joan"
"Nos sentamos y le anuncié que me llamaba Héctor y que era funcionario del Gabinete Central de Identificación.
Y que su marido estaba en la morgue, muerto.
Ella tuvo una reacción serena.
Me tomó las manos y lloró sobre ellas.
Al verla tan desvalida le propuse acompañarla a sacar el cuerpo de Víctor de la morgue.
Le dije que hacerlo era muy peligroso, y le describí el horror que había allí, que no iba a poder llorar, ni gritar, ni tener un gesto familiar hacia Víctor, no podían pillarnos.
Pero ella me dijo que estaba preparada"
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