Precioso y emotivo artículo de opinión de Pedro Burruezo acompañando la entrevista:
OPINIÓN
Toda una vida…
A JuanMi le conozco desde… No sé. Me pierdo en las nieblas del tiempo. Yo diría que le conozco desde toda la vida. Éramos unos chavalillos cuando empezábamos en esto de la música. Él, con sus fotografías. Yo, con mis canciones. Una foto suya, en los tiempos de Claustrofobia, fue su primera foto publicada en un álbum editado. Una gran foto, por cierto. Desde aquel entonces, ha fotografiado a mil grandes artistas de estilos diversísimos. Y, desde hace unos años, se le ve también por los pasillos de BioCultura tomando nota, gráfica, de todo aquello, invisible para los demás, qué ocurre por los estands, por las salas, entre bambalinas. JuanMi nos hace intuir lo que hay detrás de la imagen. Si fotografía a un trovador, vemos en esa imagen mil músicas. Si fotografía a una campesina, vemos mil campos labrados y las fatigas y alegrías de una vida dedicada a la vida. Si fotografía a un payaso, intuimos mil risas y mil lamentos. Es el curioso infatigable. El fotógrafo orgánico en los tiempos de la dictadura digital…
Toda una vida…
A JuanMi le conozco desde… No sé. Me pierdo en las nieblas del tiempo. Yo diría que le conozco desde toda la vida. Éramos unos chavalillos cuando empezábamos en esto de la música. Él, con sus fotografías. Yo, con mis canciones. Una foto suya, en los tiempos de Claustrofobia, fue su primera foto publicada en un álbum editado. Una gran foto, por cierto. Desde aquel entonces, ha fotografiado a mil grandes artistas de estilos diversísimos. Y, desde hace unos años, se le ve también por los pasillos de BioCultura tomando nota, gráfica, de todo aquello, invisible para los demás, qué ocurre por los estands, por las salas, entre bambalinas. JuanMi nos hace intuir lo que hay detrás de la imagen. Si fotografía a un trovador, vemos en esa imagen mil músicas. Si fotografía a una campesina, vemos mil campos labrados y las fatigas y alegrías de una vida dedicada a la vida. Si fotografía a un payaso, intuimos mil risas y mil lamentos. Es el curioso infatigable. El fotógrafo orgánico en los tiempos de la dictadura digital…
P. B.
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