ESPAÑA Y LA TORTURA

Tras las últimas detenciones en el Pais Vasco...
¿SE PUEDEN ACEPTAR AUTOINCULPACIONES CUANDO LA SOMBRA DE LA TORTURA PUEDE VERSE TRAS LAS MISMAS?
¿ES LÍCITA LA TORTURA EN UN ESTADO QUE SE DICE DEMOCRÁTICO?
¿ES LA TORTURA TERRORISMO?
¿ES LA TORTURA UN RASGO HUMANO O DE BESTIA?
¿ES TOLERABLE LA TORTURA?

OPERACIÓN POLICIAL

El abogado de los detenidos en Bizkaia aprecia un salto cualitativo en las presiones y amenazas de la Guardia Civil
El abogado de las cuatro personas detenidas el pasado martes en Bizkaia por la Guardia Civil, Alfonso Zenon, afirma haber apreciado un salto cualitativo en las presiones y amenazas contra los arrestados durante los interrogatorios, en los que los agentes aprovecharon la relación sentimental de las dos parejas. Según el abogado, todos ellos pudieron escuchar los gritos, lloros y vómitos de sus compañeros mientras eran sometidos a torturas como "la bolsa" o la introducción de un palo por la vagina y por el ano. Consecuencia de todo ello es que Daniel Pastor terminara autolesionándose e Iñigo Zapirain llegase a ratificar ante el juez su autoinculpación en comisaría.
06/03/2011 17:00:00
MADRID-. Beatriz Etxebarria, Iñigo Zapirain, Daniel Pastor y Lorena López se recuperan en el módulo de aislamiento de la cárcel de Soto del Real del trato padecido a manos de la Guardia Civil. Hoy domingo, veinticuatro horas después de abandonar el cuartel de Tres Cantos, han podido estar de nuevo con su abogado de confianza, al que han relatado de forma más sosegada las duras sesiones de torturas físicas y sicológicas sufridas.
El acoso sexual ha vuelto a ser empleado en este operativo policial, especialmente contra Beatriz Etxebarria, que ha denunciado haber sido violada mediante la introducción de un palo en su cuerpo. Ha relatado a su letrado que la subieron completamente desnuda a un taburete donde le esparcieron vaselina en el ano y en la vagina, y le introdujeron un palo. La joven vizcaina indicó que le arrebataron la ropa de forma reiterada, y que en una ocasión le echaron agua fría sobre su cuerpo desnudo.
Etxebarria, como el resto, permaneció todo el periodo de incomunicación con un antifaz y ha denunciado que, mientras le echaban agua en las manos, escuchaba un ruido que simulaban ser electrodos.
A Pastor también lo amenazaron con el empleo de estas descargas eléctricas, según ha denunciado, y su letrado, Alfonso Zenon, ha podido comprobar hoy mismo los restos que el pegamento de los parches ha dejado en su cuerpo. La aplicación de “la bolsa” también ha sido denunciada por Etxebarria y Zapirain; a este último incluso se la aplicaron de camino a la Audiencia Nacional al tiempo que le amenazabn con violar a su compañera (todavía retenida en manos de los agentes) en caso de que no ratificara ante el juez su declaración. Ayer, los medios de comunicación españoles destacaban cómo este detenido ratificó "uno por uno" en sede judicial su participación en todos los atentados que le imputa la Guardia Civil.
Los arrestados, a excepción de López, que ha referido un trato mejor, han denunciado que han sido constantes las amenazas con sus familias, con el empleo de distintos métodos de tortura y con que no iban a salir vivos. Pastor ha destacado que las amenazas contra su persona no pararon ni ante las enfermeras del hospital, al que fue trasladado en dos ocasiones, ni en los calabozos de la Audiencia Nacional, donde los agentes de la Guardia Civil pedían a los policías españoles que custodian estos calabozos que les dejaran pasar.
Según los cuatro vizcainos, más violento fue aún el chantaje que sufrieron con sus compañeras y compañeros sentimentales. Zenon recalca que en el mismo cuartel estuvieron todos muy cerca, por lo que escuchaban en todo momento los gritos, lloros e incluso los vómitos del resto. López además, oía cómo Pastor, su pareja, se golpeaba contra la pared y cómo era trasladado al hospital. Pese a que suele ser habitual escuchar algo en los calabozos aledaños, el letrado remarca que no lo es tanto oir lo que ocurre con tanta nitidez. Debido a los gritos de Etxebarria, Zapirain sufrió varios ataques de ansiedad y pánico con gran dolor en el pecho.

¿Y si legalizaran la tortura?

Ramón SOLA
Situaciones como las de ayer dan pie a preguntarse por qué el Estado español no legaliza de una vez la tortura a los ciudadanos vascos, por ley, como Israel por ejemplo. Para empezar, sus guardias civiles y policías no tendrían que sentarse en el banquillo de vez en cuando (muy de vez en cuando). En estos casos, su ministro del Interior no quedaría en evidencia dos veces: por mentir primero y por callar después, por ejemplo tras la condena del «caso Portu-Sarasola». Y, por cierto, los diputados vascos o simplemente progresistas tampoco quedarían en feo por no haber tenido nada que decirle al respecto desde el mes de diciembre.
Su gobierno no debería dar explicaciones periódicas sobre casos concretos al Relator de la ONU o al Comité Europeo de Prevención de la Tortura. Y Amnistía Internacional o Human Rights Watch no deberían interpelarle en sus informes por la contradicción entre la ley y la práctica.
No harían falta forenses que dijeran que no vieron nada raro a Gurutze Iantzi antes de morir, que Unai Romano tenía la cara así porque se pegó con una puerta, o que el testigo protegido del «caso Lasa-Zabala» se quemó a sí mismo con cigarrillos por todo el cuerpo y se desgarró el esfínter para fingir que lo habían violado. No se necesitarían fiscales que lo den por bueno. Ni jueces que archiven los casos sin investigar nada, aun a riesgo de que Estrasburgo les tire de las orejas, como en el caso de Mikel San Argimiro. No se precisarían abogados de oficio que miren a otro lado, ni habría que desprestigiar a quienes sí se comporten como profesionales, como el letrado de Xabier Atristain.
Tampoco habría necesidad de medios de difusión que oculten los relatos o, más absurdo aún, los reduzcan a media columna (¿no se lo creen o no les parece grave?) Y, ya de paso, ninguna persona con sentido crítico tendría que preguntarse cómo es posible que los vascos lo cuenten todo en comisaría voluntariamente y otros crímenes tanto o más graves quien los esclarezca sea Ana Rosa Quintana.

Noticia y opinión aparecidas en el diario Gara.

¿Qué quiere esta gente?
De madrugada han llamado,
están en el rellano de la escalera;
cuando sale a abrir la madre
lleva la bata puesta.
¿Qué es lo quiere esta gente
que llaman de madrugada?
—“Su hijo, ¿se encuentra aquí?”
—“Está durmiendo en su cama.
¿Qué desean de mi hijo?
El hijo se despertaba.
La madre bien poco sabe
de todas las esperanzas
de su hijo estudiante
que tan comprometido estaba.
Hace días que habla poco,
cada noche se agitaba.
Un temblor lo recorría
temiendo una llamada al romper el alba.
Aún no del todo despierto
oye clara la llamada
y se lanza por el ventanal
al asfalto en un vuelo.
Los que llaman enmudencen
menos uno, quizás el que manda,
que se asoma al ventanal.
Detrás chilla la madre.
De madrugada llamaron,
la ley una hora señala.
Ahora el estudiante está muerto,
murió de una llamada al romper el alba.