JOSÉ LUIS CORTÉS "EL TOSCO"

Conocí a El Tosco en febrero de 2003, en La Habana.

Yo estaba haciendo un trabajo fotográfico de retratos de músicos cubanos, y en muchos casos grabando largas conversaciones que tenía con mis fotografiados. De este proyecto saldría el libro ¡Cuba Va! Dialogando con músicos cubanos, que editaría en 2019 Milenio.

Con El Tosco, una de las grande figuras de la música popular bailable cubana, creador de NG La Banda, y miembro durante años de otras grandes formaciones como Los Van Van o Irakere, quedé a una hora determinada de la tarde -quizá las 16 h- en su casa, creo recordar que por Miramar.

Cuando llegué al lugar de la cita toqué a su puerta durante un buen rato y no me abría nadie. Yo escuchaba ruidos dentro, era evidente que había alguien, pero nadie abría ni respondía. 

Busqué una cabina cercana y lo llamé al teléfono de casa, pero tampoco respondía nadie.

Así estuve durante una hora o quizá más, hasta que la puerta se abrió y salió una señorita que era despedida por el mismísimo Tosco en ropa interior.

Y minutos después entraría a la casa para encontrarme con el gran flautista y compositor José Luis Cortes "El Tosco".

Así era este gran músico, genio y figura.

Me contó que había venido una ex a visitarle casi sin avisar y que se habían liado recordando viejos tiempos.

Y de ahí pasamos a tomar y a fumar y a charlar y a fotografiar hasta bien entrada la noche.

El Tosco era auténtico, tierno y rudo, caballeroso e insolente. Y un músico único.

Uno de los músicos cubanos más influyentes con la flauta en la música bailable junto a Richard Egües, una de sus grandes referencias. 

Con El Tosco era imposible no reírse. A veces era imposible no ofenderse.

Pero también era fácil quererle (aunque igualmente atesoraba una buena legión de enemigos por su carácter).

Después me he encontrado con él en muchas otras ocasiones, en Barcelona durante el magnífico Festival de Bolero que montaba mi querido amigo Yanni Munujos. 

O una vez más en La Habana durante la grabación del disco Ultramar de Maria del Mar Bonet, donde él participó en varios temas.

En aquella ocasión recuerdo que Yanni, Laura Magrinyà y yo fuimos a verle tocar en vivo en una de las salas donde solía presentarse con su grupo NG La Banda.

Una figura irrepetible.