DIARIOFOLK
Revista de actualidad musical
¡Cuba va! – Juan
Miguel Morales
10/11/2020 - Ferran Riera
Juan Miguel Morales es un veterano fotógrafo musical especializado en los retratos de cantautores. Su obra es habitual en las páginas de las publicaciones del grupo catalán Enderrock, pero también ha firmado muchas portadas de discos, y sus fotografías han sido expuestas en diversas muestras.
Precisamente fue el proyecto de realizar una exposición con
instantáneas de músicos cubanos lo que provocó su viaje a la isla caribeña en
2003, una experiencia tan gratificante que, unos cuantos años después, ha
desembocado en la edición del libro que nos ocupa.
¡Cuba va! es,
pues, un valioso documento que repasa cerca de un siglo de música cubana a
través de las voces de 33 artistas que conversaron con Morales en unas
entrevistas informales que les hizo mientras los fotografiaba. En la primera
parte el libro, la rumba, el son, el fílin
y muchos otros géneros tradicionales, en buena medida vinculados al sincretismo
nacido a partir de las religiones que llevaron consigo los esclavos africanos,
son explicadas por sus creadores con toda la naturalidad del mundo. Y en la
segunda, el contenido se centra más en la eclosión del movimiento de la Nueva Trova, la
salsa, el jazz latino e incluso el rap que han importado y adaptado las
generaciones más recientes.
Desde la cantante más veterana, Esther Borja (nacida en 1913) hasta el
más joven, X Alfonso (de 1972), pasando por glorias de antaño y del presente
como Pío Leyva,
César Portillo de la
Luz, Marta
Valdés, Augusto
Blanca, Noel
Nicola, Sergio
y José María Vitier,
Carlos Varela
o Liuba María Hevia,
todos estos músicos recuerdan con sinceridad sus experiencias artísticas, y
casi por unanimidad sus declaraciones destacan por dos elementos fundamentales
y no necesariamente vinculados a la melomanía: por una parte, su firme
vinculación a los principios de la revolución castrista y su protección de la
enseñanza y la cultura, aunque en algunos casos no se ocultan las críticas a un
cierto burocratismo conservador por parte del Estado; y por la otra, su
encantadora modestia personal, tan alejada de las acostumbradas ínfulas
egocéntricas de los colegas
del mundo capitalista.
En el volumen se encuentran a faltar algunos de los
nombres más famosos de la Trova,
como Pablo Milanés,
Silvio Rodríguez
o Santiago Feliú,
así como Compay
Segundo y otros veteranos rescatados con Buena Vista Social Club,
pero su autor explica que la finalidad del libro no era hacer un repaso
exhaustivo a la música cubana, ya que surgió a partir de una serie de conversaciones
que acompañaron una sesiones fotográficas en las que no todos los informantes
disponían de suficiente tiempo para explicarse. No obstante, tanto Rodríguez como Feliú han escrito
sendos prólogos, mientras que Pere
Camps, director del festival barcelonés de canción de autor
BarnaSants, ha firmado el epílogo.
Acabo con dos citas. La primera es de Amaury Pérez: “Los
integrantes de la Nueva
Trova somos el producto de tres movimientos muy importantes de
la canción hispanoamericana: el movimiento tropicalista de Brasil, el nevo
cancionero argentino y la Nova
Cançó catalana. La segunda es de Adalberto Álvarez:
“En Cuba hay demasiados músicos buenos; eso es un problema”.
¡Cuba va! – Juan Miguel Morales
Editorial Milenio,
2019
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