Pude retratar en Barcelona a Lady Tabares cuando vino a presentar, con parte del equipo de la película, La vendedora de rosas, del colombiano Víctor Gaviria.
Una película que nos impactó a muchos y muchas y que narraba la propia historia de Lady Tabares, la protagonista, y de muchos niños y niñas como ella.
Ella había sido también, en Medellín, una niña de la calle, una vendedora de rosas; por eso Lady Tabares nos enamoró y nos golpeó tan fuerte con la narración que planteaba la película, porque no interpretaba del todo, porque nos hablaba de lo que conocía, porque nos acercaba a esa dura realidad casi sin artificios.
Después de esta película, y a pesar de su éxito internacional, Lady Tabares siguió teniendo una vida complicada.
Pero eso es otra historia...
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