martes, 11 de agosto de 2020

FOTOS ENCONTRADAS: QUINTÍN CABRERA (2007. MADRID)


Quintín Cabrera era (es y será) un cantor uruguayo, pero también catalán, y madrileño, y de cualquier lugar... Un uruguayo del mundo. Porque Quintín amó el mundo desde su profundo "uruguayismo"; la empatía y la solidaridad fueron, en él, fundamentales, las derrochaba a borbotones de manera inevitable. Por eso, si lo conocías personalmente (y yo tuve esa suerte), además de admirar su obra, su canto, te quedabas enamorado de su persona. Quintín dejó un vacío cuando marchó, pero los trovadores y las trovadoras nunca marchan del todo, por fortuna: queda su canto. Aunque a veces se le hecha mucho en falta. Ahora estaría disfrutando muchísimo viendo la fuga del monarca ladrón (¡¿qué monarca no lo es?!). En fin... Aquí dejo unas fotos que le tomé durante la grabación de su último CD, Naufragios Y Palimpsestos -en el que firmé la foto de portada y las fotos interiores-, que se publicó dentro de la colección El Canto Emigrado De América Latina que ideó y dirigió el querido Fernando Gonzalez Lucini. En las fotos que dejo se puede ver una con Fernando y un par con Eliseo Parra, que se ocupó de los arreglos del disco.

Naufragios Y Palimpsestos es un disco maravilloso, donde Quintín se da absolutamente, a pesar de su estado de salud en esos momentos. Le agradezco a Fernando la posibilidad de haber estado presente en el estudio viviendo algunos de aquellos días inolvidables.
Aquí dejo también la letra de Baila caliente, uno de los temas del disco, donde Quintín hace un repaso a lo que fue aquella grabación:

La idea fue de Lucini,
Mendo y Fuster la apoyaron,
y aquí estamos los sudacas
grabando lo que cantamos.

Los músicos, ya se sabe,
son la patota de siempre.
Eliseo pone orden
entre cachondo y sonriente.

Baila caliente
toca madera,
¡qué disco tiene
Quintín Cabrera!

El Búho, el Cuco y el Bruja
son músicos excelentes
aunque con esos apodos
hay quien les crea delincuentes.

Diego Galaz al violín
también a la mandolina,
Jorge piano y contrabajo
que estudió allá en Argentina.

(Sin olvidarnos
las fotos del Morales,
ni el contrabajo de Yagüe.)

Nos visitaron: Josete,
Alfredo, Luisa y Mastretta,
Ángel Luis me dio cobijo.
La familia está completa.

Parra curró los arreglos,
ayudado por Sarraute,
como cantor invitado
vino Luis Eduardo Aute.

Fran Gude, Jesús y Carlos
son los técnicos molones
que cuidaron del sonido
y mimaron mis canciones.

Como guinda del pastel,
alguien propuso a Madonna
pero me traje a Luis Barros:
más grande que Maradona.










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