¡Va para mi admirado EVO!
Conocí Bolivia en 1997 y me enamoró, a pesar de las grandes desigualdades que gracias a Evo se llegaron a subsanar en gran parte, con muchas cosas en contra. ¡Grande, Evo!
Hice un trabajo sobre la cultura Quechua y Aymara que me llevó desde Lima (Perú) a Bolivia, pasando por muchas poblaciones andinas.
Fue maravilloso. Me cautivaron los Andes y durante varios años me dediqué a este proyecto.
La verdad es que, aunque publiqué algunos reportajes e hice alguna pequeña exposición, la mayoría de las imágenes no han sido enseñadas.
Dejo aquí algunas de La Paz, de la Plaza Murillo y alrededores, y de la vieja ciudad arqueológica de Tiahuanaco... Viví la celebración del año nuevo aymara allá en el 98. Pasamos toda la noche entre las piedras mágicas de Tiahuanaco, bailando y bebiendo para que el frío no nos matara. Y recibimos los primeros rallos de sol extasiados...
Maravilla.
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